Para esta receta puedes usar levadura seca, pero yo te recomiendo hacer tu masa madre para aportarle un sabor y nutrición único.
Para el relleno de su pizza pueden usar los ingredientes que más les gusten. Con la base típica de salsa de tomate y queso mozzarella (yo uso uno sin lactosa), pueden añadirle verduras o carnes.
Lo primero que tenemos que hacer es cernir nuestras harinas y las mezclamos muy bien. Luego hacemos un pequeño hueco al centro para añadir el agua hirviendo (dependiendo de qué tan secas estén las harinas, pueden necesitar más o menos agua. Por eso es mejor que se la pongan poco a poco mientras van mezclando).
Luego le agregamos la masa madre y seguimos mezclando bien. Cuando todo quede uniforme comenzamos a amasar con las manos. Llevamos la masa a la mesa y espolvoreamos un poco de la harina que tengan (nosotros usamos harina de arroz) y empezamos a amasar. Le vamos agregando el aceite de oliva poco a poco.
Cuando nuestra masa ya no se pegue a las manos, significa que ya está. En este momento la cubrimos con un poco más de aceite de oliva, la colocamos en un envase de vidrio y tapamos con papel film. Vamos a reservar nuestra masa por al menos 2 horas; pero si pueden dejarla hasta el día siguiente va a fermentar mucho mejor.
Pasado el tiempo, podemos hacer nuestra pizza a la sartén o al horno. Para esto cortamos un pedazo de nuestra masa y lo hacemos bolita. Con ayuda de un rodillo o de nuestras propias manos vamos a estirar la masa en la bandeja. Si desean pueden cocinar un poco la masa antes de agregar la decoración encima. Sino, pueden añadirla con la masa cruda y cocinar todo al mismo tiempo.
Como decoración (relleno) pueden agregarle los ingredientes que más les gusten. A nosotros nos gusta ponerle pasta de tomate, aceituna, zapallito italiano, pimientos, cebollas, etc.
Llevamos a la sartén o al horno a 180° por unos 10-20min, hasta que el queso esté derretido y la masa crocante. ¡Y listo! ya tenemos nuestra deliciosa pizza perfecta para comer.