El día anterior a nuestra preparación debemos dejar activando la quinua.
Al siguiente día, la enjuagamos con agua filtrada y en una olla con agua hirviendo la ponemos a cocer por solo 1 minuto (esto para que elimine su olor). Luego escurrimos y volvemos a enjuagar con agua filtrada.
Colocamos la quinua en una olla y le añadimos leche vegetal taza por taza, para no pasarnos en líquido. Cocinamos a fuego medio y vamos mezclando cada tanto para que la quinua no se queme. No debemos tapar la sartén. Cuando de un hervor añadimos otra taza más de leche, clavo de olor, canela y ralladura de naranja.
Mezclamos bien y cuando vuelva a hervir le añadimos el resto de leche.
Cuando hierva, ponemos a fuego bajo y agregamos la sal, la miel, la vainilla, la crema de coco y el coco rallado. Si gustan, pueden seguir saborizándolo con los ingredientes que les gusten y tengan a mano; nosotros le pusimos frutos secos, licor y aceite de coco.
Si les gusta el chocolate, pueden separar la mitad de este postre y ponerle polvo de cacao (o dividirlo en varias partes y saborizarlo de maneras diferentes).